Este es un postre típico del Carnaval, pero están tan buenas que apetece comerlas durante todo el año. En la foto podéis apreciar que son muy amarillas, no es efecto de la foto, ni tienen colorante, sino que usé huevos de casa y eso se nota. Con los ingredientes y medidas que indico quedan con una textura suave, muy sueltas y para nada acartonadas. Es perfecta para una sobremesa acompañada con un Licor Café bien fresquito.
3 Cucharones de leche
5 Cucharadas de azúcar
5 Huevos
Ralladura de limón
10 cucharadas de harina
1 chorro de coñac
PREPARACIÓN
Batir los huevos con el azúcar y después añadir los demás ingredientes.
Comenzamos a freír, cogemos una sartén antihaderente, echamos un chorrito de aceite y lo limpiamos con papel de cocina pasándolo por toda la sartén para quitarle el exceso (en vez de aceite se suele pasar un trozo de tocino por la sartén).
Cuando esté bien caliente vertemos medio cucharón de la mezcla en la sartén y vamos haciendo movimientos circulares "muy rápido" para repartir bien la mezcla por todo el fondo de la sartén. Cuando esté un poquito dorada, despegamos con un tenedor los bordes y le damos vuelta con las manos ¡¡¡cuidado que quema!!!. Y repetidos .. hasta terminar con la mezcla.
Se pueden servir solas, con chocolate caliente, nata montada, crema pastelera, miel, mermelada ...
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